Tu seguro de impago de alquileres

Un seguro de alquileres protege a los propietarios de viviendas o locales comerciales ante la posibilidad de que los inquilinos no paguen el alquiler, ofreciendo una compensación económica por las rentas impagadas y encargándose de los procesos legales de reclamación de rentas o desahucio.

Además, proporciona defensa jurídica ante otros conflictos con los inquilinos y ofrece protección ante los daños malintencionados en la vivienda.

En definitiva, ofrece tranquilidad, ayudando a proteger la propiedad alquilada.

- Impago de alquileres. Los seguros de alquileres responden por el importe total de las rentas vencidas e impagadas, hasta los límites garantizados en la póliza.

- Defensa y reclamación del contrato de arrendamiento. Esta garantía se ocupa de los conflictos relacionados con el contrato de arrendamiento, tanto por la vía amistosa como judicial: reclamación de las rentas impagadas, juicios de desahucio por falta de pago, juicios por obras no consentidas…

- Reclamación de daños de origen extracontractual. Si el inquilino causa un destrozo, la compañía aseguradora se encargaría de solicitar a éste una compensación por la vía amistosa o judicial.

- Asistencia jurídica telefónica. Servicio para que el propietario pueda informarse telefónicamente de sus derechos o resuelva sus dudas sobre cuestiones relacionadas con el arrendamiento.

- Actos vandálicos. La compañía aseguradora asume el valor a nuevo de los daños causados en la vivienda o local y en el mobiliario por actos de vandalismo o malintencionados que se constaten tras el desalojo del inmueble.

Se trata de seguros dirigidos a los propietarios, ya que son los propietarios quienes harán uso de las coberturas y servicios contratados (reclamación de rentas, defensa jurídica…).

El seguro de alquileres responde por los impagos de alquileres y por los daños que pueda causar el inquilino, pero no por todos los riesgos diarios a los que está expuesta cualquier vivienda o local (daños por incendios, por agua, por fenómenos atmosféricos, robo…).

Así, los seguros de alquileres funcionan como una protección complementaria a los seguros de hogar, y están enfocados a la figura de los inquilinos.

El seguro de alquileres puede cubrir la reclamación amistosa o judicial por daños, involuntarios o malintencionados y el valor a nuevo de los daños causados por el inquilino, como consecuencia de actos de vandalismo o malintencionados, una vez se produzca desalojo del inmueble.

No se trata de un seguro obligatorio, ni para el propietario ni para el inquilino. Sin embargo, es un seguro que permite al propietario de una vivienda o local alquilar de forma más segura.

Uno de los factores más importantes para determinar el precio de un seguro de alquiler es la renta anual del inmueble alquilado. Adicionalmente, las compañías aseguradoras pueden tener en cuenta otros factores, como la localización o el mobiliario. El tomador del seguro debe realizar un cuestionario antes de la formalización del contrato para informar sobre estas cuestiones.

En este caso, la compañía aseguradora abonará el importe de las rentas vencidas, hasta los límites garantizados, y se encargará de la reclamación de rentas o juicios de desahucio por falta de pago.

En caso de que el inquilino también abone las rentas con posterioridad, el propietario deberá reembolsar a la compañía aseguradora las mensualidades de renta percibidas en virtud de esta garantía.