Tu seguro de vida

El precio de un seguro de vida se calcula teniendo en cuenta varios factores, por lo que variará dependiendo de la edad del asegurado, de las garantías contratadas, del capital asegurado, etc. Las necesidades y las características de cada persona son diferentes, por lo que no se puede ofrecer un precio válido para todo el mundo.

No obstante, para las sumas aseguradas más frecuentes, las primas suelen ser bastante económicas y pueden amortizarse fácilmente haciendo uso de algunos de los servicios incluidos en la póliza, como limpiezas dentales gratuitas para varios miembros de la familia u otros servicios a precios baremados.

Si quieres saber cuánto cuesta el seguro de vida que se adapta a ti y a tu familia, un Agente Ges puede elaborar, sin ningún tipo de compromiso, un presupuesto personalizado.

Un seguro de vida es un acuerdo mediante el cual la compañía aseguradora se compromete a pagar una cantidad de dinero a los beneficiarios que se designen en caso de que la persona asegurada fallezca.

También es posible recibir el capital asegurado en caso de incapacidad absoluta y permanente, así como para hacer frente a una enfermedad grave, como un ictus, un ataque al corazón o un cáncer.

Es posible renovar el seguro anualmente pero, llegada cierta edad, el seguro puede expirar, lo que significa que la cobertura ya no está disponible y no se requieren más pagos de primas.

En todo caso, es importante tener en cuenta que un seguro de vida puede merecer la pena, incluso, si no se llegan a utilizar las coberturas por fallecimiento o incapacidad, ya que hay servicios que se pueden disfrutar durante la vida del asegurado.

Los beneficiarios designados son quienes cobrarán el seguro de vida en caso de fallecimiento de la persona asegurada. Aunque suelen ser miembros de la familia, no es necesario que exista parentesco. Si no hay beneficiarios designados en la póliza, serán los herederos legales quienes cobren la indemnización.

Por otro lado, en el caso de incapacidad absoluta y permanente o enfermedad grave, el propio titular del seguro puede cobrar el capital asegurado para estos conceptos.

Puedes cambiar el o los beneficiarios de tu seguro de vida cuando lo desees. Se trata de un proceso sencillo, pero debes hacerlo por escrito. Solo tienes que ponerte en contacto con tu Agente Ges, quien te indicará cómo proceder.

Por otro lado, también tienes la opción de usar el testamento para designar a los beneficiarios del seguro de vida.

El único seguro obligatorio al contratar una hipoteca es el seguro de incendios. No obstante, se recomienda contratar un seguro de vida para que la carga hipotecaria no recaiga sobre la familia.

Desde la entrada en vigor de la Ley 5/2019, de 15 de marzo, reguladora de los contratos de crédito inmobiliario, la entidad bancaria no puede exigirte que contrates el seguro de vida con ellos como condición para la concesión de la hipoteca. Tienes la libertad de estudiar otras posibilidades y elegir aquella que más se ajuste a lo que buscas, sin que suponga un empeoramiento en las condiciones de la hipoteca.

Los seguros de vida de las entidades bancarias pueden tener primas que pueden doblar o triplicar a las de las compañías aseguradoras porque no suelen estar ajustados a las necesidades del cliente y suelen tener capitales asegurados muy elevados que encarecen el precio. Por eso, es recomendable que consultes con tu agente de seguros de confianza para que te ayude a localizar un seguro de vida con las mejores condiciones y con las coberturas que más te interesan.

Sí, se puede contratar más de un seguro de vida, ya sea en la misma compañía aseguradora o en otra diferente. Los beneficiarios recibirán la totalidad del capital asegurado en cada una de las pólizas.

Por ejemplo, si ya cuentas con un seguro de vida vinculado a tu hipoteca, cuyo beneficiario es la entidad bancaria, puedes contratar otro para proteger a tu familia.

Si bien es habitual que, en el sector de los seguros, no se pueda cobrar más de una vez por el mismo siniestro, esto no aplica a los seguros de vida, ya que no es posible poner valor a la vida humana.

No es obligatorio, pero es habitual que las entidades bancarias ofrezcan mejores condiciones si se contrata un seguro de vida, ya que facilita que se pague la deuda adquirida en caso de fallecimiento o incapacidad permanente.

También es recomendable para la familia, ya que de este modo los cónyuges o descendientes no tienen que sufrir la carga del pago de la deuda.

Por este motivo, es mejor optar por seguros de vida que pueden personalizarse, añadiendo como beneficiario al banco pero solo por la cantidad del préstamo pendiente en cada momento, reduciendo así el capital asegurado y, por tanto, los costes.

Puedes hacerlo únicamente en ciertos casos. Para los profesionales por cuenta propia (autónomos) se trata de un gasto deducible en la Renta. También puedes hacerlo si el seguro de vida está vinculado a una hipoteca, pero solo en Navarra y el País Vasco.

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